diumenge, 29 de setembre del 2019

Teatre

Quiero estar en medio de la multitud, sentado o levantado, en la oscuridad pero con luces en el fondo. Luces que crean la sombra de personajes intrigantes, personajes por conocer o conocidos, que su sombra muestren sus intenciones, ya sea con su sonrisa, con sus movimientos o su pose. Que pestañear me haga perderme algo irrepetible, no poder darle al replay y que la descripción de cada uno difiera una de otra. Que cueste descifrar las palabras de cada individuo porque necesites tener los seis sentidos conectados. Que un grito de una persona no pueda ser controlado por el volumen del mando. Que las luces externas molesten a la obra y que nadie necesite saber del exterior por entretenerse. Una, dos, tres horas de asombros y aprecio por un grupo de diez, veinte, treinta personas.
Pasé media vida sin siquiera notar su presencia y la otra mitad ansioso por estar presente en todas. Seguirán siendo como una estrella fugaz, mucha gente las ve pero ninguno las puede describir de igual manera. Pero espero que llegue el día en el que sean más valorados, ya que conseguir recrear una historia, con todos sus personajes con sus intrincadas características, es un hito donde los haya, por no decir del hecho de repetirlo todos los días para poder subsistir en la capital.