dimarts, 31 de març del 2020

Locked down

Encerrados en casa, viendo el cielo a través de las rejas me doy cuenta de lo bonita que sería la vida sin humanos de por medio. Pensando en esta belleza solo se me puede venir a la cabeza un mundo post-apocalíptico, pero no como lo pinta Walking Dead, sinó un mundo con todos los edificios en perfecto estado, y la naturaleza abriendose paso a través de las ciudades, los animales salvajes haciendose nido dentro de las casas, el cielo libre de polución y los sitios más emblemáticos del mundo vacíos, como si se tratase de una civilización pasada. Habiéndonos estinguido a nosotros mismos por no ser precavidos, querer ganar mucho e invertir poco, sin pensar en el futuro. Todo ello por pensar en una pequeña parte de la población, la más rica, dejando de lado a aquellos que se rompen la espalda para que el resto puedan vivir bien, bonito y barato. Recortando en servicios básicos para la sociedad, dejando que aquellos que nos curan y nos cuidan se contagien e incluso mueran. Pero sobretodo, contaminando nuestro ambiente, con nuestras prisas, nuestras ganas de ser mejores que el resto, tener que contar por las redes sociales nuestros grandes viajes, dejando de lado nuestras familias, viviendo para trabajar, y solo ganando cuatro duros. Produciendo más alimentos y matando más animales de los que podemos consumir, consumiendo compulsivamente, tanto información como objetos inecesarios, viviendo como reyes pero siempre con el ánsia de más y más. El planeta es único, y nos lo estamos cargando, ahora la pura evolución ha creado un virus, un virus que demandaba el mundo, para que parásemos, nos mirásemos a la cara y viésemos las barbaridades que estamos haciendo.