diumenge, 27 de desembre del 2020

Deu

Deu anys deixant per escrit coses que se’m venen al cap i actualitzant aquest quadern de bitàcola.

dissabte, 21 de novembre del 2020

Feliç aniversari amor!

Ya hace cuatro años que te conozco y aún me quedan trocitos de tu mente por descubrir. Trocitos que siempre me sorprenden, que hacen sentirme orgulloso de ser tu compañero de vida. Hoy mismo cumples veintiseis años, lejos de tu tierra y de tu familia, pero para nada se te ve triste por ello. Sabes que has recorrido un duro y largo camino para llegar hasta aquí, y aunque hayas pasado un quinto de tu vida lejos de tus raíces, sabes que peleas por tener un mejor futuro.


Yo te conocí cuando estaba perdido en mi vida, una nueva ciudad, sin amigos, sin familia y sin un horizonte que perseguir. Pero al aparecer tu, tu misma te encargaste de llenar todos esos agujeros, primero como gran amiga, después como familia. Además me enseñaste nuestra nueva ciudad y me llevaste a conocer ciudades de todo el mundo con tu voluntad por viajar y aprender. Finalmente te convertiste en mi horizonte a perseguir, tu y tu vida os convertisteis en el centro de mi mundo. Desde hace más de tres años no me acuesto sin pensar en nosotros, dos niños descubriéndose, aprendiéndose y respetándose


Por todo esto y más... ¡Te amo Nadya Denisse!

¡FACILIDADES!

dilluns, 26 d’octubre del 2020

Dirigidos

No sabía que escribir y un concurso me dio la idea:

"La inteligencia artificial apareció para quedarse. Sin comerlo ni beberlo forma parte de nuestra vida, desde elegir la nueva película que ver o modificar tus fotos para conseguir más "likes", hasta hacer que se salven más vidas en los hospitales o incluso permitirte aprender de manera más adecuada para ti. La gente sigue escéptica a aceptarlo, pero usan la última aplicación que le permite usar realidad aumentada para medir si los nuevos muebles le caben en su casa. No lo olvides, la sociedad avanza, si te quedas atrás es porque quieres."

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Microrelato para el VII Concurso de Microrrelatos Científicos 2020

diumenge, 13 de setembre del 2020

¡¡Ella, Cilantro!! 🍀

No havia escrit mai d'ella.

Amb quaranta dies adoptada,

tan sols un somriure ens va valer.

Ara ja no podem viure sense ella,

el contracte el va firmar.

Som una família de tres,

i tal vegada més que vindran.

Ella que té els seus deu llits a la casa,

i fa les seues vint migdiades diàries.

Vol carícies,

però si fa temps que no ens veu.

A ningú arrapa,

si no li toques els ovaris.

Ella protegeix la casa,

estiga'm o no a la llar.

Dorm damunt de tu,

al costat o ben lluny.

Li encanten els seus uelos,

i sempre va a visitar-los en vacances.

Fa dos anys i mig,

i els que vindran.

dimecres, 9 de setembre del 2020

Multicultural

Ya van 4 años en Madrid y desde que llegué no paré de jugar a voleibol. Nunca federado o con equipo como era obligatorio por Valencia, Pero aquí hay tanta gente interesada en jugar a voleibol que todos se buscan la vida por conseguir una pelota, una pista, una red y 12 personas. Aunque tengas que comprarte la red y hacer las líneas con tiza. Empecé a través de la página web ‘Amigos Madrid’, que allí es donde conocí a Nadya, pero más tarde me presentó en un grupo de gente de todos los continentes del mundo, llamado ‘Multicultural’. Este grupo es como una familía, la mayoria son latinos pero hay gente de países euroepos, árabes o asíaticos, desde gente Erasmus a gente que vino a España huyendo de sus países, también de diferentes religiones y de diferentes orientaciones sexuales. Es como una familía porque tiene sus dramas e historias propias, con 6 o 7 años de vida, se han cambiado los papeles de mando muchas veces, hubo peleas, amores e incluso se han organizado mini-grupos internamente. Lo bueno de este grupo, a aparte de acoger a cualquier persona sepa o no sepa jugar a voleibol, es que al final siempre reina la honestidad, el buen rollo y las ganas de jugar voleibol. A veces puede venir gente con nivel de liga nacional y otras veces gente que nunca ha tocado una pelota de voleibol, pero siempre hay risas. Después de haber estado tres años y medio conviviendo con esta gente los veo como amigos, aunque haya hecho con ellos pocos planes más que jugar voleibol y compartir una cerveza, puede ser que sepa más de su vida actual que de amigos de toda la vida y eso almenos los convierte en amigos, amigos del voleibol!


En este mapa: https://goo.gl/maps/jfyS5cyQzjt1x6Xr7 


Podéis ver de donde son todos los amigos de Multicultural.


Y este es el grupo de facebook del que podéis formar parte si os gusta el voleibol o queréis aprender!!


https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=10224034558868764&id=1142634310&_rdr#!/groups/147823132039359?group_view_referrer=feed_attachment


Salut i Volei!

dissabte, 22 d’agost del 2020

La Cumbre


Hubo un tiempo en el que mirar al pasado era: escasez, pobreza, guerra, hambre, poco... y muchas otras connotaciones negativas. España acababa de salir de una dictadura que duró demasiado y todo aquello que aparecía era mejor que lo anterior. Apareció el destape, las drogas, el rock ‘n’ roll, mil y una cosas mejores. Quitaron un dictador y pusieron un rey, mejor era, aunque no fuera lo que todos querían. Empezó la transición a la “democracia”. Democracia que a día de hoy mantenemos y que, de cierto modo, gran parte de la población lucha por ella en las urnas. Me pareció interesante poder plasmar aquí la vida que viven nuestros padres. Los del babyboom. Aquellos que nacieron en dictadura y que en su adolescencia ya había muerto Franco. Aquellos que pudieron comprarse su propia casa y que es posible que no hayan estado parados ni un día de su vida. Aquellos que crecieron con la peseta y hace escasos 20 años, cambiaron al euro. En definitiva, todos aquellos que su vida siempre ha ido hacía arriba. Con sus pequeños vaivenes, más grandes o más pequeños según a quien preguntes, pero hacía la cumbre. 

Cumbre que, a nosotros los millennials, nos ha pillado en plena adolescencia o entre los 20-30 años. Nosotros que hemos podido estudiar casi todos en la universidad, que todos encendimos el primer ordenador de la familia, que destapamos el gran regalo del internet, que disfrutamos de poder comunicarnos con un móvil desde cualquier parte del mundo, probamos los primeros videojuegos... Tantas cosas buenas hemos vivido, que ahora con veintitantos años muchos de nosotros estamos sufriendo por sobrevivir. Con los alquileres por las nubes y los sueldos por los suelos, trabajo escaso, con dos crisis mundiales a cuestas y sus recortes, sin poder contemplar la compra de tu propia casa, alardeando con la misera compra de un coche para poder ir a trabajar, sin planes de hijos próximamente, en definitiva, en la desescalada de la cumbre. Y no es que no podamos comer, como les pasó a nuestros abuelos, sinó más bien la sensación de que todo por lo que lucharon nuestros abuelos y nuestros padres, ahora, se desmorona, como un castillo de naipes, cae por su propio peso.

Poco a poco, vamos viendo como el fascismo va cogiendo fuerza y reclutando a más gente. Como los discursos del odio van siendo cada vez más comunes a tu alrededor. El racismo, la xenofobia, la homofobia y la misoginia, se cuelan en cualquier hogar, aunque solo sea por el tweet que leyó el otro día tu tia segunda. Hoy más que nunca, vamos pa’bajo, sin frenos y sin paracaídas. Los más débiles sufrirán, que en la sociedad actual se traduce en los más pobres. 

Lo único que espero es que gran parte de la población “acomodada”, en la que me incluyo, luche porque esta caída se lleve al menor número de gente posible.

diumenge, 5 de juliol del 2020

La mudación

Este año quería escribir todos los meses, almenos una vez, pero ya van dos meses en los que no he escrito, mayo y junio. Tendría la excusa perfecta, el CORONAVIRUS (en mayúsculas siempre queda más impactante), la CUARENTENA, el TRABAJO, MADRID (en general), pero la verdad es que las excusas siempre han estado en mi vida y quiero empezar a deshacerme de ellas. No deshacerme de ellas usando frases de libros de autoayuda como "Cuando uno quiere algo busca tiempo. Cuando no, busca excusas." (La primera que me puede ofrecer google imágenes). Sinó más bien saber cuando las utilizo y porqué, parece sencillo, pero para empezar a detectar que usaba demasiado excusas tuve que vivir mínimo veinte años...

Hoy me sentí inspirado para escribir porque llevamos una semana mudándonos a la nueva casa, una más grande y con balcones, y hoy es el primer día que no movemos muebles, ni guardamos ni sacamos nada, ni salimos a comprar cosas completamente necesarias para la casa... Hoy puede volver la normalidad, en una nueva casa, con nuevos ruidos que te despiertan por las noches, con luces nuevas que dan en partes de tu cuerpo que antes no, con la posibilidad de estirarse en el sofá y ver el cielo, con Cilantro investigando partes de la casa que tu aún ni habías visto, pero normalidad al fin y al cabo. Esa normalidad que te permite sentarte en el sofá, cerrar los ojos y saber que no tienes nada más que hacer, que el problema más grande es saber que vas a cenar...

dimecres, 29 d’abril del 2020

Caminem?

Caminar. Amb aquest confinament m'he adonat de la necessitat de l'ésser humà per caminar. Un dia, dos dies, una setmana el cos pot romandre amb poc moviment, però amb el pas dels dies, les articulacions comencen a cruixir i et fan mal sense necessitat d'haver-te donat cap colp. Tot això em recorda el sentiment d'incertesa que sofrisc quan veig dues persones de més de vuitanta anys però que ambdues persones són completament diferents en qüestió de capacitat física. És clar que caldria tindre en compte més coses, com el seu passat, malalties, estil de vida o inclòs els caràcters, però igualment sempre se'n ve al cap, que el cos humà es va apagant a mesura que nosaltres mateixa fem ús d'ell, quant més l'usem més dura.

Són simples reflexions d'un vint-i-nou d'abril, tancat a casa i amb 6 kg més de greix...

dimarts, 31 de març del 2020

Locked down

Encerrados en casa, viendo el cielo a través de las rejas me doy cuenta de lo bonita que sería la vida sin humanos de por medio. Pensando en esta belleza solo se me puede venir a la cabeza un mundo post-apocalíptico, pero no como lo pinta Walking Dead, sinó un mundo con todos los edificios en perfecto estado, y la naturaleza abriendose paso a través de las ciudades, los animales salvajes haciendose nido dentro de las casas, el cielo libre de polución y los sitios más emblemáticos del mundo vacíos, como si se tratase de una civilización pasada. Habiéndonos estinguido a nosotros mismos por no ser precavidos, querer ganar mucho e invertir poco, sin pensar en el futuro. Todo ello por pensar en una pequeña parte de la población, la más rica, dejando de lado a aquellos que se rompen la espalda para que el resto puedan vivir bien, bonito y barato. Recortando en servicios básicos para la sociedad, dejando que aquellos que nos curan y nos cuidan se contagien e incluso mueran. Pero sobretodo, contaminando nuestro ambiente, con nuestras prisas, nuestras ganas de ser mejores que el resto, tener que contar por las redes sociales nuestros grandes viajes, dejando de lado nuestras familias, viviendo para trabajar, y solo ganando cuatro duros. Produciendo más alimentos y matando más animales de los que podemos consumir, consumiendo compulsivamente, tanto información como objetos inecesarios, viviendo como reyes pero siempre con el ánsia de más y más. El planeta es único, y nos lo estamos cargando, ahora la pura evolución ha creado un virus, un virus que demandaba el mundo, para que parásemos, nos mirásemos a la cara y viésemos las barbaridades que estamos haciendo.

dissabte, 29 de febrer del 2020

Tres!

Tres, ni un ni dos, sinó tres. Fa tres any la meua vida anava a donar una voltereta però de les de campionat. M’establia a Madrid, ja deixava la perifèria de la capital per a aventurar-me a les entranyes del centre. Començava a conèixer a fons a la dona que seria el centre de la meua vida, començava a treballar d’allò que estava estudiant. El sou ja pareixia més humà, encara que escàs. Els teatres omplirien la vida d’ambdós i el somriure de la faç ningú ens el llevaria. Aprendria sobre la cultura i tradicions del seu llunyà país. Degustaria els plats que a dia d’avui no veuria fora de la meua dieta. Conversaria sobre el meu i el seu passat, el psicoanalitzaríem junts i ambdós ens donaríem un colp d’espatlla per seguir endavant. Oiríem per primera vegada una música nova que ens perseguiria durant aquests tres anys. Ens casaríem i començaríem a fer plans de futur. La família d’ambdós s’uniria per convertir-la en una. Solucionaríem tots els reptes que la vida ens posa al davant. Ploraríem i ens abraçaríem. Coneixeríem nova gent junts, i deixaríem que les seues experiències ompliren les nostres converses de llit. Viatjaríem arreu del món, creuaríem el xarco agafats de la mà i descobriríem aquelles capitals europees de les quals parlen tant els llibres d’història. Convertiríem de la nostra casa un lloc d’acollida per a estranys turistes, amics solitaris o acompanyats i sobretot per familiars. Remodelaríem i decoraríem aquella casa mil voltes, fins estimar-la com mai. El treball començaria a millorar, es faria més professional. Apareixerien reptes, entregues i estrès nou. Deixant de costat la idea de abandonar el vaixell. Naixeria el nostre nebot, per a no deixar-los dormir, però per despertar-nos, a tothom, un somriure amb cada gest. Començaríem a aprendre que la família està ahí per a tot, lo bo i lo no tant bo. Crearíem un odi comú al feixisme, a la homofòbia i a la misogínia, per alçar el braç per aquelles lluites que si valen la pena. Tres, ni un ni dos...


divendres, 24 de gener del 2020

Cuyabeno

Volver a Ecuador cada año se va a volver una tradición, pero de las buenas. Este año, conociendo a toda la familia y amigos ya no me podía salvar de las puteadas, pero de las buenas, como uno más de la familia. 

Un país tan pequeño aún sigue sorprendiéndome, para bien y para mal, su cultura, sus tradiciones, sus creencias, su comida, su clima, su gente, su fauna y flora. Fauna y flora, este año tocó visitar una de esas partes que en Europa nombran por todos lados, el Amazonas, la selva. Nombre que le pusieron aquellos españoles colonizadores.

El viaje empezaba después de dos cortos vuelos, aunque, asustados por nuestras vidas en aquel avión con hélices. Despertar, ir a desayunar a las oficinas con un taxi seguro temiendo que nos robasen, como todos los días, nada inusual. Un grupo de yankees y europeos esperaban en las hamacas el desayuno, mientras nosotros seguíamos nerviosos por empezar la aventura. Un cafesito, un tesito y el desayuno después !Listos! El guía llegando justo a tiempo para darnos los primeros pasos, nuestras botas y un poncho, en la selva se puede poner a llover en cualquier momento. 

Dos horas de viaje en furgoneta, a la hora empieza la aventura, se pierde todo tipo de señal, la selva repudia que la información se traslade por ondas. Móviles en modo cámara, cada vez se vuelve más y más verde a nuestro alrededor. Aún dentro del carro se nota el aumento de la humedad hasta su 100%. Llegamos al puente de Cuyabeno. Un inmenso río nos espera. Una breve charla sobre todas las indicaciones, sobre los animales que veremos y sobre el bosque inundado de aguas negras. Negras por la descomposición de las hojas de esos arboles inundados, que tan solo se les ven las copas, pero siguen vivos, paran su absorción de agua cuando se quedan inmersos en esta agua negra. 

Empezaban las dos horas de canoa, canoa a motor. El guía, el capitán de la canoa y siete extraños. El capitán, un señor mayor indígena de una de las siete comunidades existentes en esta zona del amazonas. Su trabajo, llevar a un grupo de curiosos a un pedacito de su tierra, asombrarlos y devolverlos para que no la destruyan con sus necesidades. El guía, un hombre que quería aprender sobre su tierra, él de Lago Agrío, y al menos veinte años dedicados a saber sobre las plantas y los animales de su hermoso país. Los siete extraños, nosotros dos, otra pareja de Quiteños de cuarenta años, otra pareja formada por un viejo guía del país que ya se conocía el Cuyabeno de pe a pa de vacaciones y una vieja francesa que chapurreaba el español, y una doctora Alemana de una treintena, que sabía tanto español como otros cuatro idiomas más. 

Una vez subidos, el motor arranca y las seis cabezas empiezan su partido de tenis, de lado a lado, solo los guías ya saben donde mirar y que escuchar. El guía nos contó mil y una peculiaridades de aquello que veíamos, olíamos o escuchábamos. Para nuestros ojos desentrenados, era todo verde, solo cuando nos acercábamos mucho a los arboles o nos concentrábamos se empezaban a dibujar los Monos Ardilla o Payaso, las Pavas Hediondas, las Águilas reales, los Martín Pescador, los Caciques, las Garzas cuellilargo, un sinfín de nuevos animales. Nos esperaba un lodge hermoso, con un jugo de limonada con panela bien dulce para recuperar fuerzas. 

Subimos a nuestro nidito de amor por cinco días, y lo primero fue un cigarrillo con una buena cerveza fría en el balconcito viendo como un grupo de hormigas trabajaban, sus veintitrés horas de jornada laboral. El guía nos explicó el itinerario de ese día, nos iríamos con canoa a motor por la tarde a ver si encontrábamos los delfines rosados. No nos costó ni quince minutos encontrarlos, una pareja de delfines rosados a los que se les veía la aleta y el morro cuando salían a respirar. Es curioso, los delfines al ser mamíferos y tener respiración pulmonar tienen que salir cada dos o tres minutos a respirar. Ocho personas, en mitad del río Cuyabeno, persiguiendo a dos delfines o ellos simplemente riéndose de nosotros ya que tuvimos que dar mil vueltas. A parte, durante todos estos viajes a canoa de motor o la de remos siempre encontrábamos pájaros o monos, como las loras amazónicas o alianaranjadas que siempre iban en pareja de dos o monos capuchino que incluso nos visitaron al lado de nuestra habitación. Al volver, fuimos a la laguna grande que teníamos el lodge al lado y nos bañamos, allí mismo dentro del agua vimos el atardecer con miedo a ser arrastrados por un caimán o una anaconda y nos sorprendió el cielo desnudo con sus estrellas bailando.

Durante la noche cenamos platos ricos de Ecuador y nos fuimos otra vez con la canoa a motor para ver si encontrábamos caimanes, y así fue. Íbamos con las linternas preparadas, el guía cual faro viendo si encontraba algunos ojos rojos en la oscuridad, ya que los animales al darles con la luz en los ojos aparecen esos puntos rojos característicos. Al principio encontramos una pequeña boa constrictora, la más pequeña de todas. Pero más tarde nos encontramos con el caimán en mitad de la laguna, donde nos habíamos bañado en la tarde, medía 4 metros. No nos tenía miedo, llegamos a acercar la cano justo hasta su lado y pudimos ver, con nuestras linternas, todo su cuerpo yéndose de nuestro lado. ¡Asombroso!

Durante los cinco días estuvimos con los ojos como platos, levantándonos a las cinco de la mañana para ir con el guía en canoa a remos para poder contemplar la belleza de la selva sin escuchar el ruido del motor ni de los otros turistas del lugar. Fue alucinante el primer día, que fuimos y la niebla cubría toda la laguna. Como si fuese el decorada de una película de Jason, las copas de los arboles apareciendo con cada avance y como no los monos chorongos, con sus colas prensil tratando comer un poco de frutos, con alguna que otra cría a sus espaldas o los monos voladores saltando de rama a rama y peludos como si fuesen gatitos.

Hicimos rutas por dentro de la selva, en las zonas que si que hay tierra para poder llegar hasta el medio de la tierra, el famoso ecuador e intentamos poner un huevo encima de un clavo para que no cayese, pero sin poder conseguirlo. También andábamos en búsqueda de las famosas anacondas que, después de un tiempo de búsqueda, las encontramos dentro de arboles una en mitad de la laguna que estaba descansando y otra dentro de un tronco cambiando de piel. A menos de 5 centímetros pudimos estar y ella ni se inmutaba, alucinante como movía su lengua bífida y como no parpadeaba con nuestro ultraje.

En estas rutas también conocimos diferente flora que podía englobarse en dos, la que más nos sorprendió fue el pantano, barro hasta las rodillas, con miedo a que nos tragase y no pudiésemos salir. El olor a huevo podrido por todo el lugar y nosotros quemando el metano que salía de nuestros pasos, creando unas llamas envolviendo nuestras piernas. Aprendimos mucho sobre árboles, como el árbol de la penicilina, el árbol teléfono que golpeando sus raíces era posible comunicarse a tres kilómetros de distancia, lianas como la famosa ayahuasca alucinógena o incluso de los insectos que creaban sus nidos al rededor de estos árboles, nidos gigantes de hormigas, termitas o insectos de los más feos. También conocimos arañas de patas gigantes o el árbol andador que sus raíces están por fuera y según el sol va moviéndolas de sitio. También tocamos y quemamos una resina que olía a palo santo y parecía plástico. Un sinfín de información que a día de hoy aún intentamos recopilar...

También estuvimos de visita a una de las comunidades indígenas que vive en la selva, los Siona, ellos nos enseñaron a como hacer pan de yuca, Casave, como si fuesen crepes. Además, estuvimos con un chaman que nos contó como eran sus tradiciones, y más en concreto como se formaban los chamanes. Desde los 15 años debían beber ayahuasca continuamente superando cada vez varios niveles, pocos lo soportaban, en su comunidad solo había tres chamanes como él. La Ayahuasca conjuntamente con otra planta para poder hacer el efecto alucinógeno, que en su caso es la conexión con todas las cosas vivas de su alrededor. Para ellos, el chaman es como un curandero que intenta curar enfermedades de su población, no enfermedades de occidente como ellos dicen sino enfermedades relacionadas con el alma o el interior de una persona. Finalmente, el chaman nos dijo que un buen chaman también es un buen cazador, en concreto con la cerbatana. Todos los que quisimos probamos suerte intentando darle a una fruta, yo fallé... Como colofón, nos dieron a probar gusanos a la parrilla, sabía a tripas, a piel... una gran experiencia.

Me dejo mil y una cosas por decir de un viaje tan intenso pero creo que es una gran pincelada de un viaje tan alucinante. Como el año pasado, las imágenes/vídeos siempre son más explicativos que todas estas palabras así que: