dimarts, 3 de novembre del 2015

Estrujando

     No tuve tiempo para verme a mi mismo, enloquecí y sin darme cuenta me transformé en aquello que siempre había odiado y peor aún, la culpa la tuve yo porqué no aprendí a verme como los demás me observaban. Aunque aprendí una cosa, no vale ponerte en la piel del resto para comprender su vida, si primero no has podido comprender la tuya.

       Dicen que todo el mundo tienen un papel en la vida de aquellos que le rodean, tal vez sólo seas aquel que pasó por su lado con la bici y le asustó, o aquel profesor que el día antes del examen todos odian, pero de todas formas ya tienes el papel asignado, que no quiere decir que no cambie con el tiempo. Volviendo al tema, puedes tener un papel o muchos en la vida de una persona, incluso tener uno en su día y ahora ya no. Aunque parezca raro creo que yo intenté ser el papel principal en su vida..

       Pensé en él como una extensión de mi mismo, donde sus ojos serían los míos e incluso mis pasos los suyos, aunque con el tiempo tan sólo veía mis pensamientos y perdí los suyos, dejando de lado sus inquietudes y razonamientos, uno de los fallos más grandes ya que pensando como satisfacerlo dejé de alegrarle los días dándome cuenta cuando me cerró la puerta en las narices.

        Ahora veo con las manos, aprendí a no guiarme por lo que quiere ver mi cerebro...

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