Eran las tres de la mañana, iba ebrio cual mono borracho, y solo me apetecía ir a la cama, coger el portátil y buscar en las ‘cams’ en directo para poder masturbarme. Allí estaba yo arriba, abajo, abajo y arriba. Se hizo casi de día cambiando de video en video para encontrar el perfecto. Finalmente pude acabar, y con mi miembro aún en la mano me dormí, para después despertarme y poder ver que seguía allí tocándose en la pantalla.
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Microrrelat per al 1r concurs de microrrelats "Breves Carcajadas" de Diversidad Literaria
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