Hoy noche de murciélagos, noche lujuriosa, donde todos, absolutamente todos, salen a chupar sangre, a ganar vida, a coger la vida de otros. Yo sigo en mi cama, igual de frío que hace unos instantes, que unas horas, que unos días, que una vida. No puedo dormir, ya que los malos pensamientos me inundan, salgo a la calle, y la bacanal me atrapa, rezo a mi dios, nada más que mi mente, claro. Bostezo, hoy no es mi noche, pero hoy quiero cambiar, abrir los ojos cuando mis dientes no pueden estar más de 1 minuto juntos, vuelvo a casa, pero tan solo a por el tabaco, o precioso tabaco, que noches más buenas me has estado quitando la vida para poder vivir mejor esos minutos que representan mi vida. Pasando la bacanal se ve un parque, lleno de arboles sin hojas, ya que el otoño viene y ellos pierden todo su esplendor, sentado mirando el cielo, sin ver una estrella, pues estas luces de neón me impiden ver algo fuera de este planeta, planeta infestado de ratas, demasiadas ratas. Y otra vez me pregunto para que he salido hoy, y lo recuerdo, en mi casa tan solo quedan ya recuerdos y mi vida está fuera de ellos, por eso he salido.
¿Puedes darme otra razón para salir de casa?
"Una persona puede sentirse sola
, aún cuando mucha gente la quiera."
Ana Frank
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