dimecres, 17 d’agost del 2011

Gracias, mi incorruptible Bienhechor

 Nunca pensé que esto acabaría como yo quería.
Ahora me levanto siempre con el pie derecho,
y de echo tu también lo haces.
Mientras por encima de nosotros pasa el tiempo,
a nuestro alrededor la bonanza nos camela.
Ahora el cielo de las mañanas es sosegado
y ya no llueve más sobre nuestras cabezas.

El verano nos abruma, y ya el futuro nos la pela,
queremos vivir cada día como si fuese el trasero.
Y ahora más que nunca queremos probar,
probar nuevos experimentos, con nosotros,
con nuestros cuerpos y con nuestras almas.
Si ya lo dijo la vieja canción de Soul.

Siempre no durará este tiempo bienhechor, 
pero tal vez, gracias a nosotros mismos,
podremos sobrevivir, ya que mi mano es tuya,
y ya nadie comprende estos términos,
en los que uno puede dar todo sin pedir nada a cambio.

Tal vez en el futuro mis palabras sean cognoscibles,
por ahora me conformare con el discernimiento tuyo,
mi gran y maldito Ambrosio.
Punto y continuará



"Tan difícil es la palabra amigo, 
que nadie entiende su representación?"
                                                                          B.W

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