dilluns, 25 d’agost del 2014

Existencias.

Tu tinta escapa, corre por debajo de mis dedos, huye espalda abajo. Y aprieto, te araño esa parte dibujada que esconde tus historias, para que no se vaya, para retenerla en un instante. Entonces, sin pararme a pensar, mis suspiros se entremezclan con tus jadeos. No podemos respirar sino al ritmo del otro. Y así, en la distancia, cada uno en una cama, abrigado sólo por el calor de las sábanas. Nos damos cuenta, a la vez, de que estamos demasiado compenetrados, como dos relojes suizos que concuerdan, armoniosos en un tic-tac sin fin. 

Como una obligación, o un deber moral, queremos, simplemente, demostrarnos a nosotros mismos que existe el otro y, a la vez, nosotros mismos.


B. Soler

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada