Como siempre

Entre trenes estaba, entre trenes voy, no me dejé nada por ver, ni por hacer, pero entre trenes estoy y estaré.

Los mismos arrozales de siempre, ahora con mucha agua algunos y otros llenos de gaviotas, y no sé por que, pero espero que esas gaviotas desaparezcan en menos de un año. Las mismas caras tristes, volviendo de un duro viernes de trabajo pero con ojos brillantes al saber que mañana no trabajan. Las mismas caras alegres que vuelven a casa de los padres y dejan atrás el estudio y el esfuerzo. Los mismos ojos de siempre mirando el suelo con un aparato electrónico en las manos. Los mismos asientos de siempre, incomodos como siempre y limpios como nunca. Las mismas voces de siempre hablando alto y callando bajo. Los mismos ronquidos de siempre, sin pausa y con risas de fondo. Total, que estuviese o no entre trenes, cambiar no ha cambiado nada, por eso puedo seguir comportándome como siempre ya que nada ha cambiado, solo las mentes cambian, los comportamientos siguen inalterables como siempre.