- Ella lucía un vestido blanco de seda, sus… su… era un centímetro más alta que yo, y le
gustaba mucho la pasta, eso sí que lo recuerdo. Recuerdo que me encantaba su
sonrisa, mostrando todos sus dientes, igual que en los anuncios, y… y ella…
-
Se hizo el silencio en la sala.
- Muy bien señor Pons, hoy ha recordado un montón de cosas,
después seguiremos con su pequeña princesa. Ahora Señora Roig, como es de
costumbre, los nuevos deben intentarlo hoy también, como el señor Pons ha
intentado describir su princesa inténtelo usted con el suyo.
- Él… él era de piel negra… y… y tenía los ojos del color de
su piel… eso lo recuerdo… mentira él era moreno, y tenía la espalda muy grande…
Tenía el pelo largo… tan largo que me molestaba, aunque… más tarde se lo cortó…
- Ella, ella… - Interrumpía el señor Pons. Ella besaba muy
bien, mucho mejor que muy bien y siempre se quejaba por todo…
- Él… - Ahora la señora Roig. Él me quería tanto que me
agobiaba, incluso tenía un tatuaje a la espalda… muy grande… - Se hizo el
silencio en la sala después de un “Oh yo tengo uno” del Señor Pons…
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Microrrelat per al I certamen literari "El Alzheimer y los recuerdos"
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